Descartes I

En el siglo XVII comienza la filosofía moderna. Descartes, padre de la filosofía moderna, inaugura así, una nueva época de la filosofía caracterizada por la autonomía absoluta de la razón (Racionalismo). La razón es la que establece la verdad y lo conveniente tanto en el ámbito del conocimiento teórico como en la actividad moral y política, consideró que era importante demostrar el carácter objetivo de la razón y la búsqueda de la verdad. Somete a crítica la herencia cultural, filosófica y científica de la tradición, que ya no se centra en el ser o en Dios sino en el hombre y en la racionalidad humana.

Conocimiento

Descartes explica en el Discurso del método la necesidad de un método sobre el que construir su filosofía. Las ciencias toman sus principios de la filosofía, y sin embargo ésta última no ha estado sustentada sobre principios sólidos, ya que todo aquello que trata la filosofía ha sido objeto de disputa. Por ello, se plantea la necesidad de que la filosofía se asiente sobre pilares sólidos, se trata de encontrar un método seguro para alcanzar el conocimiento.

Tras recibir una formación inicial jesuita y viajar, dedicando su estudio a la realidad del mundo; Descartes se dedicó a estudiar en sí mismo, porque pensó que la verdad se encuentra en la razón. Ésta solo es una y de la misma manera solo debe existir un único método que aúne a todas las ciencias. El método cartesiano consiste en un conjunto de reglas ciertas y sencillas que nos permitirán no tomar nada falso como verdadero; evitando así el error y aumentando el conocimiento.

·         La primera regla, es la de la evidencia. “Nunca acoger nada como verdadero, si antes no se conoce que lo es con evidencia: por lo tanto, evitar con cuidado la precipitación y la prevención; y no comprender nada más en mis juicios que lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu”. No debemos aceptar como verdadero lo que no se conozca como evidente. Para ello, hay que evitar la precipitación y únicamente aceptar una idea cuando se presenta a mi intelecto como clara y distinta, es decir, cuando se muestra de modo presente y manifiesto a un espíritu atento y cuando puede ser diferenciada con precisión de cualquier otra. La evidencia se trata de aquella idea clara y distinta. La evidencia es el criterio de verdad, no debemos tomar nada como verdadero a no ser que sea evidente. La evidencia se define por la claridad y la distinción.  El entendimiento capta de forma intuitiva e inmediata las verdades simples que emanan de la razón. Se trata de un conocimiento inmediato sin posibilidad de error.

·         La segunda regla alude al análisis; “dividir todo problema que se someta a estudio en tantas partes menores como sea posible y necesario para resolverlo mejor”. Esto consiste en dividir cada una de las dificultades o una idea compleja en tantas partes como sea posible para su resolución.

·         La tercera regla o regla de la síntesis o composición consiste en establecer un orden lógico de forma deductiva, yendo de lo simple a lo complejo y recomponer los elementos que hemos dividido. Se trata de crear una cadena de razonamientos que va desde lo más sencillo hasta lo más complejo y que tiene que tener una correspondencia con la realidad.

·       Por último la cuarta regla, regla de la enumeración, consiste en la comprobación y revisión de todo el proceso a fin de no omitir nada.

Descartes va a definir claramente las dos vías que el entendimiento utiliza para conocer: la intuición: el objeto de la intuición son las naturalezas simples, serán simples las ideas claras y distintas que no puedan dividirse en otras nociones más simples. La deducción: se entiende por deducción “todo aquello que se sigue necesariamente de otras cosas conocidas con certeza”. Muchas cosas se conocen con certeza, aunque ellas mismas no sean evidentes por sí mismas, tan solo con que sean deducidas a partir de principios verdaderos conocidos. Para la deducción no es necesaria una evidencia actual, sino que recibe su certeza de la memoria; pero los primeros principios sólo se conocen por intuición, las conclusiones remotas se conocen por deducción. Intuición y deducción son los caminos utilizados para llegar al conocimiento, pero no son el método a seguir, ya que no son reglas, el método consiste en un conjunto de reglas (las cuatro reglas arriba explicadas) para emplear bien la intuición y la deducción.

Estas reglas son simples y son los pasos mediante los cuales se articula cualquier investigación rigurosa. Constituye el modelo del saber porque la claridad y la distinción evitan las equivocaciones o conclusiones apresuradas.

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