lunes, 7 de marzo de 2016

ÉPOCA CONTEMPORANEA V: WITTGENSTEIN

WITTGENSTEIN
Wittgenstein se sumó a la corriente del pensamiento positivista hacia 1908. 
El objetivo del neopositivismo es examinar el lenguaje según los patrones científicos. Para ello se sirven de la lógica (uso y análisis de las formas generales y reglas abstractas que rigen en el lenguaje) y hacerlo, además, con procedimientos matemáticos que eliminen imprecisiones, ambigüedades o “juegos” del lenguaje ordinario. (Los propios de cada idioma).

EL PRIMER WITTGENSTEIN

El ingreso de Wittgenstein en el positivismo lógico se concreta sobre todo en su obra más importante Tractatus lógico-philosophicus, 1918.  Se trata de una sucesión de aforismos  de gran precisión lógica  presentados con ritmo expositivo  y ordenados según clasificación decimal. El Tractatus muestra tanto los límites de la realidad y de la razón, como las posibilidades del lenguaje. Las siete proposiciones fundamentales que hay  en ella y sus respectivos desarrollos  versan sobre lo siguiente: 1.El mundo 2. Lo que acaece.3. La figura lógica.4. El pensamiento.5. La proposición 6. La forma general de la función de la verdad.7. Lo que no es posible expresar.

Las tesis fundamentales  del Tractatus son:

Wittgenstein  afirma que existe una correspondencia  isomórfica entre lenguaje y realidad,es decir, la estructura de los hechos se corresponde con la estructura del lenguaje. Esta tesis se conoce con el nombre de la teoría lenguaje-retrato, ya que el lenguaje retrata o representa la realidad. Este lenguaje no es un lenguaje imperfecto sino un lenguaje ideal lógicamente perfecto.

Para el primer Wittgenstein el significado de un nombre es el objeto al cual se refiere (teoría referencial del significado).Estos objetos individuales poseen cualidades y entran en relación con otros objetos. Cuando Wittgenstein habla de “hecho” no se refiere a ninguna cosas simple del universo; se refiere a que una determinada cosa tiene una cualidad determinada o que ciertas cosas poseen cierta relación  “Pedro es alto”.

Los hechos se expresan en proposiciones. Éstas pueden ser de tres tipos:

Las proposiciones de la ciencia natural son las únicas dotadas de significado, susceptibles de ser verdaderas o falsas, se pueden contrastar con los hechos de la experiencia. Por otro lado las proposiciones de la lógica que no nos aportan información sobre los hechos del mundo, carecen de significado pero no son proposiciones sinsentido. Por último Wittgenstein habla de las proposiciones metafísicas que se caracterizan por ser proposiciones sin sentido, absurdas porque  o bien porque alguna parte de la proposición no tiene referencia o bien porque  no es posible determinar  en su conjunto las condiciones que la hacen verdadera o falsa.

Wittgenstein ya en el Tractatus se dio cuenta de las dificultades que se le planteaban al positivismo lógico. Por una parte, era difícil eludir problemas teoréticos como los éticos o metafísicos; Por otro lado,  la reducción a lo meramente lógico-formal estaba suponiendo un menosprecio del lenguaje ordinario y un desconocimiento de su pluralidad de usos y significados. Por estas y otras críticas y dificultades se revisaron  bastantes de sus presupuestos y conclusiones. Surgió así una nueva fase del movimiento analítico que se conoce como filosofía analítica, más cercana al pragmatismo y al sentido común.

EL SEGUNDO WITTGENSTEIN

La obra de Wittgenstein “Investigaciones filosóficas”, escrita 29 años después del Tractatus se constituyó en  el punto de partida de la filosofía analítica. En esta obra Wittgenstein revisa sus puntos anteriores y expresa una nueva etapa de su pensamiento que se conoce como el segundo Wittgenstein.  Esta nueva etapa se caracteriza por el abandono de los elementos centrales del Tractatus:

En primer lugar, abandona la tesis del atomismo lógico de los hechos: no es posible para el pensamiento lógico determinar un hecho elemental que sirva de referente isomórfico para una proposición; y por otro lado abandona el referente extralingüístico del significado, es decir, el significado de un nombre no es ya el objeto nombrado, sino el uso que se hace de ese nombre.

El significado de una palabra o proposición no es para el segundo Wittgenstein el objeto al que se refiere. El significado estará determinado por su uso en el lenguaje. Cada expresión del lenguaje forma parte de un juego lingüístico. Empleamos el lenguaje de muchas maneras diferentes. Bastará conocer las reglas del juego para conocer el significado de la proposición. Los juegos del lenguaje poseen similitudes  a las que Wittgenstein denomina “aires de familia”

De esta manera, todos  los tipos de enunciados que hay en el lenguaje pueden  tener significado, sentido y legitimidad para “decir “el mundo. Será  en el propio uso de los enunciados, en la pragmática del lenguaje donde se establece esa legitimidad.”

Esta nueva concepción lingüística del segundo Wittgenstein supone la negación total de la filosofía del primero, según la cual la esencia del lenguaje residía en su función descriptiva. Se da cuenta de que el lenguaje se usa para describir pero también para preguntar, ordenar, etc. En consecuencia, Wittgenstein ya no buscará un lenguaje ideal. Los problemas lingüísticos han surgido según Wittgenstein del mal entendimiento de ciertos usos lingüísticos, bien por confundir un juego lingüístico con otro, bien por considerar algún juego lingüístico particular como el único legítimo existente (uso descriptivo del lenguaje)


La tarea del lenguaje consiste en disolver los problemas filosóficos mediante la comprensión de los usos lingüísticos. De esta manera la tarea de la filosofía es clarificadora, nos presenta claridad, orden y perspectiva a aquello que tenemos delante.
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